miércoles, 11 de diciembre de 2013

Stevie Wonder transformó la noche santiaguina en una jornada de soul y pop


Stevie Wonder, unos de los cantantes y compositores más prolíficos de los últimos 30 años, considerado un genio de la música, hizo cantar y bailar soul y pop a más de doce mil almas que  anoche llenaron de bote a bote el Movistar Arena de Santiago.
Con una voz privilegiada y una banda que le acompañó a la perfección, el músico que ha recibido 22 premios Grammy en su carrera musical, deleitó a los chilenos con discos inolvidables como “Yester me – Yester you – Yesterday”, “Y Wish”, “Master Blaster”, entre muchos otros.
Tres teclados, un piano de cola, un bajo y una guitarra, saxo y trompeta, una doble batería de congas y bongó y un coro formado por tres mujeres y un hombre fueron parte del magnífico espectáculo que por dos horas ofreció el artista que ha vendido más de cien millones de discos en el mundo.
Pero el más sobresaliente y el único que le acompañó en todos los temas que interpretó, fue el baterista que elevó al máximo los decibelios, con su caja, timbales y tan-tan. Por momentos parecía que iba a quebrar sus baquetas o iba a desgarrar el cuero de los tambores.
Stevie Wonder fue un mago jugando con el público a quien hizo participar en casi todas las canciones que entonó, pidiéndoles que hicieran coro y repitieran algunas rimas que en el momento inventaba.
Uno de los momentos emocionantes fue cuando el artista hizo un sentido homenaje a Nelson Mandela mientras en el escenario se desplegaban cuatro banderas de Sudáfrica y en los monitores aparecía una fotografía de Wonder con el desaparecido líder sudafricano.



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